Santiago Bal: "Hoy se ve mucho plástico en el escenario y a los hombres no nos gusta"

Su crítica sobre el espectáculo argentino importa, y para demostrarlo, lo avalan nada menos que 53 años de trayectoria con éxitos y fracasos en su profesión.



En un paralelismo sobre el género de revista teatral a los largo de los años, Santiago Bal dialogó con Teleshow.com y aseguró que mientras él esté vigente, no iba a desaparecer.
Pero… ¿Está en extinción? "Hoy sólo hay una revista, que es la que hacen Carmen y Moria. Y tampoco es la revista clásica".
Pero antes de ahondar en el tema, quiso aclarar cómo fue el "robo de su libro", sus memorias como las llama, y aseguró que no tenía pensado publicarlas.
Dicho esto, habló de las mujeres hoy en día y remarcó "los infaltables" de Santiago Bal para estar en un escenario: "Hay que tener imán. Menos silicona y más atracción con el público".

-¿Cuánto ha cambiado la revista a lo largo de los años?
-Ha cambiado totalmente. De cualquier modo, siempre el espectáculo consiste en culturizar o entretener a un público. Una de las cosas que a mí me funcionó muy bien, después de muchos años que no lo hacía, es retornar a la revista clásica y resultó maravilloso. ¿Por qué? Porque nadie estaba haciéndolo en esos momentos, que tiene un armando muy particular que yo conozco muy bien y Carmen También.
En ese momento, Santiago hizo una pausa para recordar a la famosaNélida Roca: "Fue la vedette número uno que tuvo la argentina hace muchos años, con un cuerpo espectacular. ¿Qué sabía hacer? Nada. No sabía hablar, no sabía cantar, no sabía bailar. Pero la ponías en el escenario, salía, caminaba y los tipos caían. Tenía un imán, eso es lo que hay que tener en el escenario. A esa mujer vos la veías por la calle y no te dabas cuenta que era ella, porque iba vestida con traje gris, cruzadito, lentes. Ahora es al revés, las que trabajan en un escenario, salen a la calle para demostrar que trabajan en un escenario, con pestañas postizas, los globos para afuera. Todo lo que no se hacía".
-Pero hay cuerpos esculturales hoy en día también…
-Con ayuda.  Pero no interesa. A los tipos con ayuda no nos interesa, además nos damos cuenta enseguida. Quisiera ser delicado para tocar el tema porque las cosas de plástico a los tipos no nos gustan, preferimos una cosa chiquita, natural, que tenga caída lógica. Actualmente no hay vedettes, quedan Carmen y Moria…
-¿Por qué no surgen nuevas vedettes?
-Porque no hay reposición del género, porque es el único espectáculo que es de revista, no hay otro.
-¿Pensás que en unos años el género se deje de hacer?
-El tema es que mientras yo siga vigente, el género no va a morir. En esta oportunidad voy a ser una revista con dos personas solitas, pero lo publicito para que la gente sepa lo que es una revista. (EnTeleshow.com lanzó su convocatoria) Mucha gente no sabe lo que es una revista. Lo que hace Carmen actualmente no es revista, es un espectáculo maravilloso pero no es revista. Ella dice: ‘es una revista joven, nueva’. Mentira. Es un espectáculo excelente pero no tiene el ingrediente fundamental que es el sketch del cómico de la revista con la vedette. Eso era fundamental. Esta pareja no tiene cómico. No hay sketch.
-¿No se puede haber modernizado?
-No. Hay cosas que si es revista, es así. Ahora si querés hacer otro espectáculo maravilloso, hagamos lo que quieras.
-¿Quién sería el cómico del momento?
-¿En una revista? Tristán es el único cómico que queda. Los demás no son cómicos de revista.  Hay muy buenos contadores de chistes, pero eso no es un cómico. Hay una facilidad muy grande de llamar capocómico a cualquiera. A veces a mí me dicen esto y digo: ´pará, pará. Yo no soy ni capo ni cómico´. Aparte el capocómico no sólo hacía esto, sino que salía y hacía una película. Era un actor de verdad.
-¿Cuán importante es el nombre para un espectáculo?
-Es muy importante. El espectáculo que voy a hacer se llama De Bal en peor. Me pareció simpático.
-¿Te sentís un hombre respetado en el ambiente?
-En el orden personal, sí, porque yo estoy metido en esto accidentalmente en la cosa mediática porque no fue por mi culpa, yo no aparecí en un programa hablando, yo fui llevado en forma secundaria llevado por declaraciones de otra gente a tener que contestar y lo hago porque estoy en el medio y lo tengo que hacer.  Pero hay una cosa que está por encima de todo esto; soy un hombre que tiene 53 años de profesión y he tenido una conducta intachable y no puede ser que un tipo que 51 años se portó fenómeno y en los últimos dos años es una porquería. Hay algo que está mal. O este tipo fue una porquería siempre o este tipo fue buena persona siempre. Y todo esto es porque hay gente que no tiene reparo en decir cualquier cosa. Últimamente me he sentido manoseado, que es distinto.

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