"EL TEMA CON LA ALFANO ESTA ACABADO"

Aníbal Pachano habló de todo en una entrevista con la revista Ahora: la vuelta de Marcelo Tinelli, sus proyectos, su relación con Graciela y hasta dio su opinión sobre el caso de lavado de dinero que involucra a Leo Fariña.


El talentoso Aníbal Pachano es un gran trabajador y, a pesar de tener su agenda súper completa, brindó parte de su tiempo para realizar una nota con mucha soltura y un poco de picante con la revistaAhora.

¿Cómo fue tu 2012? 

‑Para mí fue un año brillante, tuve siempre la suerte de estar en contacto con el público. Concluyendo algunos proyectos y comenzando a planear otros. Lo que hice en televisión me pareció que fue muy interesante y lo realicé con mucha más calma. Además comencé a trabajar junto a Florencia de la V en la obra teatral “Cirugía para dos”, que para mí era un desafío enorme. Nos fue muy bien durante este verano y vamos a seguir en el invierno. Aprendo mucho con este proyecto, junto a compañeros fantásticos, me siento muy cómodo con el grupo y también con la libertad que me dio para trabajar.

¿Cómo viviste desde adentro el “Bailando por un sueño”? 

‑Me sentí más tranquilo, pero tampoco era que yo me vivía peleando con todo el mundo, discutí y tuve algún que otro cruce con algún participante. No fueron muchos, me peleé una vez con Amalia Granata, con Ayelén Paleo porque me pareció que había contestado mal, pero no es que lo único que hacía era pelearme. Lo que yo hacía con algunos participantes era bajarlos un poco a la tierra, bajándoles la soberbia que tenían. Quería lograr que se dedicaran a bailar y a divertirse para que pudieran seguir aprendiendo y creciendo como artistas. 

¿Te pareció justo que hayan vuelto a ganar el certamen Noelia Pompa y Hernán Piquín? 

‑Me parece que los dos hicieron un gran trabajo, son dos grandes bailarines. También me hubiera gustado que llegaran a ganar Matías Ale o Federico, el hijo de Carmen Barbieri. Los últimos duelos fueron difíciles, es complicado decidir en el momento, uno en frío tal vez puede ver y decidir mejor. Este “Bailando por un sueño” que pasó me pareció que fue muy talentoso, hubo muchas parejas que hicieron grandes cosas, todos se esforzaron muchísimo y se vio reflejado en la pista, cuando les tocó bailar. 

Estuviste trabajando en los últimos años junto a Tinelli… ¿Creés que va a volver a la televisión o que se va a tomar un año sabático?

‑La verdad es que no podría dar una opinión de lo que va a hacer o no, yo no tengo injerencia dentro de la producción. A mí me parece que sí va a volver, no sé cuándo, pero no creo que se tome un año sabático. Marcelo es una persona a la que le encanta trabajar y si no volviera sería por algún motivo que desconozco. Creo que están pasando por un proceso de reorganización y van a volver cuando estén seguros de todo. Además han jugado bastante con el enigma de dónde van a estar y cuándo arranca el programa. A mí, en lo personal, me encantaría que volviera. 

Si te llaman de la producción… ¿volverías a ser parte del jurado? 

‑Sí, me gustaría, pero también quisiera saber a quiénes voy a tener de compañeros, qué se jugaría, de qué modo se haría, estaría bueno aclarar todo eso antes de arreglar algo. Si me llaman lo único que no voy a hacer es jugar y tratar temas personales, eso es algo que tengo bien en claro, por si volvieran viejos personajes, de otras épocas, yo voy a hacer mi juego y a divertirme. Creo que la gente también quiere eso, pasarla bien, sin tener que ver tanta pelea. Los televidentes piden un programa con humor en el que también haya buenas devoluciones a los particino pantes. En un momento en el que vivimos en caos, hay que descomprimir un poco, reírse y para eso hay que mostrar otra cosa. No tanta pelea, sí más baile y humor. Mi posición es esa. Yo no fijo quiénes van a hacer mis compañeros de trabajo, pero sí sé qué papel cumpliría si me toca estar. 

¿Hay alguna posibilidad de que te reconcilies con Graciela Alfano? 

‑No, para nada. Ese tema está terminado, acabado y pisado. No soy juez ni Dios para darle perdón a nadie, cada uno sabe lo que dijo e hizo. El que se quiere hacer cargo que lo haga y el que no, lo meditará con su conciencia y con su almohada. No voy a hacer ni amigo, ni a trabajar en ninguna obra teatral con ella. Eso no quita que si me llama Tinelli y me toca tenerla sentada al lado en el jurado, yo condicione su lugar. A mí no me interesa a quién tenga sentado a la izquierda o la derecha. No voy a volver a tener una relación, ni laboral, ni personal con esa persona. 

¿Ella nunca intentó un acercamiento? 

‑Sí, llamó, pero no me interesó. Para mí es un tema terminado. Cada uno que siga su camino como mejor le plazca. 
¿Qué opinás con respecto al escándalo de Leo Fariña? 

‑No sé bien qué pasó. Les mando un beso grande a los Calabró porque son una excelente familia, un ejemplo dentro del mundo del espectáculo. Me parece deplorable que sigan sucediendo este tipo de situaciones. Primero dicen una cosa, después se desdicen... Me parecen chirusas de cuarta. 

"Voy a hacer un programa de cocina con mi familia

-¿Cómo te sentirías si no te tocara estar en el jurado de “Bailando”? 

-Tengo un montón de proyectos, voy a hacer un programa de cocina con mi familia, Sofía Pachano y Ana Sanz. También estoy por empezar a armar mi proyecto teatral que se llama “Divine”, con planes para una escuela de baile en la que se aprendan todos los estilos. Es la única en el país, está en Moreno y contamos con un espacio enorme para que los alumnos puedan moverse con libertad y con profesores de primera línea. Además estoy en “Bendita TV” y en “Intratables”. Por suerte tengo mucho trabajo. Ojalá que Marcelo vuelva, no por mí, sino porque le hace muy bien a la televisión. Es una gran empresa, que brinda mucho trabajo para la gente. Si me toca estar o no, no depende de mí, pero si me toca verlo como espectador, lo voy a disfrutar desde mi casa. 

-Trabajaste mucho con tu familia… ¿Te cuesta separar el rol de padre con el de jefe? 

-La verdad es que no me cuesta para nada. Cuando tengo que decirles algo que no me gusta, a mi hija o a mi ex mujer, lo hago. Siempre digo lo que siento, prefiero descargar a tener que guardarme la palabra y que eso me provoque bronca o angustia interna. Lo que hago cuando trabajo es escuchar mucho al otro, por eso me gusta que cuando hablo, me presten atención y me respeten.

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