Patricia Sosa, desde lo alto de La Torre
Aunque la batuta marque otro compás uno sigue siendo el mismo", dice Patricia Sosa desde el escenario. Es que no fue una noche de canciones románticas sino de rock. Luego de haber hecho en su carrera un cruce hacia la música melódica con éxitos comoAprender a volar, Luz de mi vida y Endulzame los oídos, la cantante regresa a su "compás" de origen con su nuevo álbum Desde La Torre.
El disco incluye nuevas versiones de canciones de su banda de los ´80. "Nos llevó dos años grabarlo, empezamos a hacerlo para nosotros y terminó siendo disco de oro en 20 días. Eso fue gracias a todos ustedes", dijo el viernes, en el ND Ateneo. Los shows de presentación del nuevo CD son siete; comenzaron el miércoles y continúan hoy, el 29, 30 y 1° de julio.
Las tres décadas que pasaron desde que surgió el grupo La Torre se esfumaron apenas la chica que sólo quería rock and roll salió a escena luciendo igual que entonces, con su característica melena alborotada y su look de loba del canto para la que no pasan los años.
"¿Cuántos de ustedes fueron a un concierto nuestro en aquellos tiempos?", preguntó. La respuesta fueron muchas manos levantadas.
"Bueno pero también hay algunos que en esa época eran muy chiquitos", observó Sosa, quien ahora es seguida por un público de todas las edades.
La artista abrió con Estamos en acción, siguió con Colapso nervioso y focalizó el concierto en resaltar la calidez de los recuerdos, eventos de la historia de La Torre y la importancia de los "pequeños gestos" (así se llama su Fundación), para cambiar el mundo comenzando por el interior de cada uno. "Me gustaría que diéramos el ejemplo de los buenos modales y que mi música los una. Les voy a pedir que se abracen con el que tienen al lado", motivó.
Con el ánimo de unión llegaron afectos y amigos al escenario: Oscar Mediavilla (guitarra) y Claudia Puyó (voz) la acompañaron durante Rompe mi amor, rompe, y el guitarrista Gady Pampillón, de impecable traje blanco, participó de Llórame un río yNo me vencerán.
Durante las fechas restantes habrá otros invitados como: David Lebón (que estuvo el miércoles) y Adrián Barilari, de Rata Blanca.
El ambiente se calentó con Mi vieja, de Pappo que terminó con un teatro repleto, de pie, cantando enérgicamente el estribillo de la canción. "Hay gente que uno no va a olvidar nunca como Estelita (Raval) que se fue hace poco o El Carpo", dijo y luego citó versos del poema de Hamlet Lima Quintana, Gente necesaria, antes de comenzar a cantarMuchacha ojos de papel, de Spinetta que arrancó una exclamación de sorpresa del público y algunas lágrimas de la cantante al finalizar la canción.
El show terminó como una verdadera fiesta al ritmo de Sólo quiero rock and roll yAprender a volar convertida en un potente rock.
Vuelvo a anclar en mi lugar, también fue uno de los últimos temas que interpretó la vocalista de La Torre en su nuevo acercamiento al estilo de sus comienzos como cantante.
Por Alice M. Pollina. Especial para Clarín.
El disco incluye nuevas versiones de canciones de su banda de los ´80. "Nos llevó dos años grabarlo, empezamos a hacerlo para nosotros y terminó siendo disco de oro en 20 días. Eso fue gracias a todos ustedes", dijo el viernes, en el ND Ateneo. Los shows de presentación del nuevo CD son siete; comenzaron el miércoles y continúan hoy, el 29, 30 y 1° de julio.
Las tres décadas que pasaron desde que surgió el grupo La Torre se esfumaron apenas la chica que sólo quería rock and roll salió a escena luciendo igual que entonces, con su característica melena alborotada y su look de loba del canto para la que no pasan los años.
"¿Cuántos de ustedes fueron a un concierto nuestro en aquellos tiempos?", preguntó. La respuesta fueron muchas manos levantadas.
"Bueno pero también hay algunos que en esa época eran muy chiquitos", observó Sosa, quien ahora es seguida por un público de todas las edades.
La artista abrió con Estamos en acción, siguió con Colapso nervioso y focalizó el concierto en resaltar la calidez de los recuerdos, eventos de la historia de La Torre y la importancia de los "pequeños gestos" (así se llama su Fundación), para cambiar el mundo comenzando por el interior de cada uno. "Me gustaría que diéramos el ejemplo de los buenos modales y que mi música los una. Les voy a pedir que se abracen con el que tienen al lado", motivó.
Con el ánimo de unión llegaron afectos y amigos al escenario: Oscar Mediavilla (guitarra) y Claudia Puyó (voz) la acompañaron durante Rompe mi amor, rompe, y el guitarrista Gady Pampillón, de impecable traje blanco, participó de Llórame un río yNo me vencerán.
Durante las fechas restantes habrá otros invitados como: David Lebón (que estuvo el miércoles) y Adrián Barilari, de Rata Blanca.
El ambiente se calentó con Mi vieja, de Pappo que terminó con un teatro repleto, de pie, cantando enérgicamente el estribillo de la canción. "Hay gente que uno no va a olvidar nunca como Estelita (Raval) que se fue hace poco o El Carpo", dijo y luego citó versos del poema de Hamlet Lima Quintana, Gente necesaria, antes de comenzar a cantarMuchacha ojos de papel, de Spinetta que arrancó una exclamación de sorpresa del público y algunas lágrimas de la cantante al finalizar la canción.
El show terminó como una verdadera fiesta al ritmo de Sólo quiero rock and roll yAprender a volar convertida en un potente rock.
Vuelvo a anclar en mi lugar, también fue uno de los últimos temas que interpretó la vocalista de La Torre en su nuevo acercamiento al estilo de sus comienzos como cantante.
Por Alice M. Pollina. Especial para Clarín.
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